Wildert

justo tajo en el ojo
gasa mostaza en el pulmón
nubes tímidas se asoman
¿dónde estás en el frío de hoy?

domingo

despierto a lavar mi ropa,
pero el olor de tu cigarro sigue pegado a mi camisa.
hoy no es día para lavar.

8 de octubre de 2015

luceros de delirio
olas de cobre
dedos eléctricos
no serás quien quiero

corretear

unos dientes vivos,
dulce limosna.
una mordida de cuello,
grata esencia.

observaciones, junio

Una yaga similar. Un labio sin partir. La piel reseca anuncia el porvenir. Dos alemanes discuten en el tren entre Amsterdam y Berlín. Me pierdo en el deseo de lo que no existe. Una cerveza alivia la electricidad. Un sudafricano intenta hablar francés con una musulmana de Tánger. Los suecos intentan seducirme. En la noche los turcos se aman mientras que el indio no para de roncar. En un espacio compartido todos sufrimos del mismo mal.

París, 4 de junio de 2015

Si ocultara bajo la loseta
los tejidos blancos,
el reflejo demostraría
la lluvia de asfalto.

lástima

como en una chorrera,
deslizo riendo,
pero siempre cayendo.

(sábado, 8 de enero de 2011)

en esta noche nublada

qué bueno es cuando puedo hacerte en un sola palabra.
correr por todos tus lunares como constelaciones.
jugar con el sucio entre los dedos.
escupir mis lamentaciones.
sentir,
y más que eso,
sentirte.

(lunes, 27 de junio de 2010)

31 de julio de 2015

Qué suave es la uña que camufla el temblor.

pico de viuda

lamo el follaje
me enmaraño
el traje se levanta
y mi sed es funesta

el amarillo se torna marrón
el sol te circula
y mi cuello se tuerce
¿cuándo podré tutearte?

no correspondido

entre el corre y corre de la jauría,
el pastizal parece ser tu cama para descansar.
al sacudirte el sudor de tu rostro
un perro comienza a aullar.

mientras miras hacia el norte,
el sur comienza a perseguirte
¿cómo hacer que voltees?
la humillación me persigue.

cáliz

y en la lluvia de mil flechas
los corales arderán.
el blanco cubrirá los pies,
el negro la cabeza.

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En Montréal,
donde eres rey,
una niña vomitó
y el bosque floreció.